Preguntas Frecuentes

¿Por qué “Silencio Sonoro”?

Concebimos el silencio y el sonido unidos, de forma que puedan manifestar su potencial integrador. No es posible el uno sin el otro y consideramos la práctica de ambos como el eje de nuestro método de sanación, autoconocimiento y creatividad. Consideramos que no estamos simplemente ante los sonidos, sino ante sonidos del silencio, y conforme nos conectamos con ese silencio primordial, encontramos en la quietud nuestra propia vibración y a su vez somos más conscientes de las vibraciones a nuestro alrededor. El silencio sonoro nace desde la unión de escucha y respiración: al inhalar, vamos al silencio, al exhalar, nos abrimos al sonido. El uno nos conduce al otro, como la escucha nos lleva a respirar y viceversa.

¿Por qué cultivar silencio?

Asumimos el silencio no como un entrenamiento, ni lo concebimos dentro de un sistema cerrado en particular. Lo exploramos y expresamos como una práctica abierta y simple, la del silenciarse para sentirse, conocerse y amarse. El silencio no lo asumimos como ausencia de sonido, sino como la esencia misma de todo cuanto existe y suena: el hecho de que todas las cosas tengan un fundamento silente, un vacío primordial que les implica depender unas de otras, a resonar. Al tomar consciencia de este silencio, nos abrimos a considerarnos en conexión, interna y con los demás seres.

Es bien sabido e incluso científicamente demostrado que el silencio contribuye al bienestar físico y mental. Saber silenciarse y disponerse a la escucha permite liberar estrés, moderar nuestro metabolismo, permitirnos claridad, asumir procesos de transformación, comprender y trabajar nuestros miedos y dolencias emocionales, recordar lo que somos y traernos al presente. Nuestro método de cultivo de silencio se basa en la meditación tradicional enfocada al aquietamiento y la calma: El simple acto de no hacer nada, el mero hecho de estar, aquí y ahora, sin conceptos, sin necesidades añadidas.

¿Por qué la escucha contemplativa?

La escucha la consideramos como el acto de oír consciente y atentamente. Es un reposar en la sonoridad que nos permite integrar activamente todo cuanto vibra, esto es, todo cuanto existe. Asumimos la escucha como un camino de conexión autoconsciente, un espacio de liberación personal y colectiva, y un proceso de expansión de la creatividad y la imaginación hacia vías integrales de nuestro ser.

Combinamos diferentes tradiciones de escucha y metodologías de conexión con la misma, desde el silencio y desde el sonido, hacia el silencio y hacia el sonido. Nuestras prácticas de escucha fusionan métodos de escucha quieta y activa, tradiciones estéticas y espirituales, y perspectivas científicas, filosóficas y pedagógicas.

¿Para qué sirve la terapia sonora?

La terapia con sonido consiste en emplear la vibración de la sonoridad, tanto audible como inaudible, con la intención de generar un campo de sanación, introspección y meditación, donde el sonido cumple un papel de tejedor de rutas y espacios en nuestro micro y macro cosmos. Desde las tradiciones milenarias, hasta los desarrollos científicos de nuestros días, el sonido aparece como una fuerza fundamental capaz de afectar y unificar materia y espíritu, manifestando nuevas realidades y potencias que aprovechamos para propiciar campos sónicos que nos permitan sanar, conectar interiormente y expresarnos de formas renovadas y fieles a lo que necesite nuestro camino.

Algunos beneficios de la terapia sonora:

  • Conduce al silencio, nos invita a la quietud y permite liberar pensamientos, ansiedad y confusión.
  • Libera malestares emocionales, memorias estancadas, brinda claridad en procesos personales.
  • Relaja nuestro cuerpo-mente, calmando el ritmo cardíaco, regulando nuestro sistema nervioso, liberando tensión, estrés o fatiga.
  • Complementa y expande nuestro camino espiritual, propiciando encuentros con nuestro ser interior, invitándonos al autoconocimiento y el autocuidado.
  • Ecualiza nuestro cuerpo energético, sus puntos, centros y conductos.

¿A quién se dirigen las terapias y talleres?

Nuestras experiencias se ofrecen a todo tipo de personas, en cualquier rango de edad y condición. Siempre son sesiones personalizadas y ajustadas a cada oyente o grupo de estos, desde la infancia hasta el adulto mayor, incluyendo tanto a quienes buscan solo recibir el silencio sonoro, como a quienes se acercan a nosotros también con el interés de aprender su filosofía y método para así integrarlo en sus procesos personales y profesionales.

¿Qué se necesita para las experiencias?

Para un adecuado proceso de silencio sonoro, lo más importante es la disposición a la escucha, la quietud y la vibración. No es requerido ningún saber previo, no se realizan ejercicios corporales que exijan demasiado esfuerzo o experiencia previa. Lo único requerido es la intención de conectar, sanar y dejarnos guiar por la sonoridad.